9-3-2025 CALLE MARIA PACHECO


Afotando y documentando Toledo. 9-3-25. Calle María Pacheco. Y la historia de esta GRAN MUJER en mi blog, es tan fácil como pinchar en las letras azules y os saldrá solo: 


Ayer os hablaba de Mujeres relacionadas con Toledo y de refilón os conté cosas de María Pacheco, y alguien me preguntó que como es que Toledo no tenía una calle dedicada a María Pacheco, le respondí que si la tenía, y me pidió que la mostrara y aquí está: La calle María Pacheco…. 


Sí que es cierto que debería tener una calle con más enjundia, pero Jajajajaja, al menos la tiene…. La Leona de Castilla tiene su calle y es esta:


Una calle entre la Plaza de Santa Eulalia y la de Garcilaso de la Vega, o mejor dicho desde la Plaza de Padilla hasta la Plaza de la Cruz.


De la calle en sí, poco que reseñar, o al menos bajo mis cortas entendederas, ya que no contiene apenas puertas privadas y se le puso este nombre en el año 1916, aunque eso sí, quiero destacar que en el año 1550 hubo aquí, en el actual instituto, o mejor dicho Escuela de Idiomas un hospitalito de la Cofradía Madre de Dios.  En el año 1713 aún seguía este hospitalito o alberguería aunque ya no tenía esa finalidad ya que lo arrendaban para escuela o para almacén. Más tarde compraron el local las Hermanas de los Ancianos Desamparados quienes demolieron casi todo para levantar su centro asistencial, luego lo compró el estado para poner el Instituto Femenino de 2ª Enseñanza para posteriormente en el año 1980 instalar un centro escolar y más tarde la actual escuela de Idiomas Raimundo de Toledo.


Me duele un poco que tan extraordinaria mujer y personaje como fue María Pacheco, no tenga una calle más importante, una MUJER que no se doblegó ante nada ni ante nadie, y que como puso en su testamento:

¿Qué saben ellos? A quienes me llaman ignorante respondo que pocos hay entre ellos capaces de superar mis conocimientos. ¿Qué saben ellos?”

“Testamento de María Pacheco”.

En su momento os conté su ajetreada vida, la recordareis, y como os dije, la Gran María Pacheco tras la muerte de su marido Juan de Padilla comandó la defensa de Toledo asediada desde el 1 de septiembre de 1521 por las fuerzas imperiales. Los comuneros consiguieron resistir hasta el 25 de octubre, cuando lograron la firma del armisticio de la Sisla, favorable a sus intereses; abandonaron el Alcázar, pero conservaron sus armas y el control parcial de la localidad. María, anticipándose a los disturbios que estallarían en las semanas posteriores, fortificó y dotó su casa de artillería. Finalmente, ya en 1522, se vio obligada a rendirse ante el rey Carlos I de España. 


María Pacheco era descendiente de dos ilustres linajes de la nobleza castellano-andaluza, los Mendoza y los Pacheco, María Pacheco se crió en un ambiente culto, típico del Renacimiento: aprendió latín, rudimentos de griego, letras e historia, y adquirió, como era habitual, un buen bagaje de conocimientos religiosos.

Por su cuna parecía destinada a lucir en una corte señorial o incluso en la de los reyes, pero a los 13 años se acordó su matrimonio con un joven y apuesto caballero toledano, Juan de Padilla, de estirpe menos encumbrada que la suya. Sin duda, Padilla tenía otras prendas a su favor. 


El suegro le mostró predilección ("lo quiero más que a los otros", decía) y todo hace suponer que María aceptó a su marido con agrado. El matrimonio trajo consigo otro cambio: nacida y educada en Granada, María se trasladó primero a Porcuna (Jaén) y tres años más tarde a Toledo, donde Padilla sucedió a su padre como capitán de gentes de armas. 

Por entonces, el germen de la revuelta comunera se extiende ya por las ciudades de la Castilla central, entre ellas Toledo, donde se critica agriamente el reparto de prebendas y cargos entre los extranjeros que acompañan al nuevo y joven rey, Carlos I, llegado a la Península en 1517.

Juan de Padilla, igual que María Pacheco, impulsa las ideas que cristalizarán en el levantamiento de las Comunidades. Ella se deja arrastrar por la vertiginosa corriente popular, en contra de la posición de sus linajes paterno y materno, partidarios del rey. 

El nombramiento del flamenco Guillermo Jacobo de Croy como cardenal primado de Toledo agrava la excitación y el descontento social en la ciudad, del que Padilla se hace portavoz.

A partir de junio de 1520, la revuelta comunera es un hecho, y en ella Padilla tendrá un papel protagonista. Con las milicias de Toledo acude en auxilio de Segovia, amenazada por las tropas reales, y poco después, en la Junta constituida por los comuneros en Ávila, es nombrado capitán general de las tropas rebeldes. 


En febrero de 1521 toma la fortaleza de Torrelobatón. Pero ese éxito es breve. Perseguido por el ejército real, y mientras se repliega a Toro, sus adversarios le dan alcance en Villalar, donde el 23 de abril las tropas comuneras son derrotadas sin paliativos. 

Padilla acude en auxilio de Segovia y es nombrado capitán general de las tropas rebeldes. Y allí….

Allí los jefes populares, Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado, son apresados y ejecutados inmediatamente. La serenidad y honradez de Padilla se manifiestan en la carta que supuestamente escribió, antes de ser ejecutado, a su mujer, María Pacheco donde la escribe esto:

"Vos, señora, como cuerda, llorad vuestra desdicha, y no mi muerte que, siendo ella tan justa, de nadie debe ser llorada". En sus notas, María se responde a sí misma, vertiendo su desespero: "Me recojo al abismo de mi soledad y amargura".


La ejecución de Padilla remueve los resortes íntimos de la comunera. Su personalidad se convulsiona con la noticia, sus emociones se desbordan. La ciudad de Toledo mira sobrecogida a María, como si ésta fuera su última esperanza y aceptara instintivamente su caudillaje. 

Animada por una multitud que la sigue y vitorea, se instala en el alcázar, en un gesto de desafío. Vestida de luto, lleva a su hijo en brazos y se hace trasladar en andas. A su lado, reconfortándola, está el obispo de Zamora, Antonio Acuña. Consciente de la situación, inteligente y audaz, María no cree en una victoria comunera, pero está determinada a obtener unas condiciones de paz honrosas para Toledo. 
Sin embargo, no todos ven con agrado el poder que acapara María. Y es que algunos la acusan de codicia y soberbia. 


Para acabar con la resistencia toledana encabezada por María Pacheco, el ejército real asedia férreamente la ciudad.

Y así durante más de seis meses, María Pacheco se encontrará al frente de las operaciones de resistencia y de las negociaciones de paz. 

 Solo ella consigue mantener a duras penas el orden en Toledo y sostener una oposición armada cada vez más débil. A veces se vale de su condición de viuda y víctima de la guerra ya que iba enlutada por la calle, llevando a su hijo en una mula para mover a compasión y el todo Toledo tenía los ojos puestos en ella, con un respeto enorme sabiendo que ella sola sostenía la guerra. 

María Pacheco al límite por el asedio que sufría Toledo se pone al frente de las negociaciones de paz, pero sin fiarse, y mostrándose intransigente.

María no cree en los mensajes del bando imperial, ni en las promesas de paz que proclaman. También toma medidas rigurosas como por ejemplo para pagar a los soldados permite que se confisquen la plata del sagrario y otras riquezas de la catedral. 

Toledo cada vez más asediada está desesperada, y finalmente el 25 de octubre de 1521 se firman unas capitulaciones en el monasterio de Sisla entre los comuneros toledanos y el ejército sitiador; este podrá entrar en la ciudad y hacerse con el gobierno, pero a cambio se evitan condenas y represalias. 

María Pacheco abandona el Alcázar y retorna a su casa en actitud pacífica, satisfecha por el levantamiento del embargo que pesaba sobre los bienes de su esposo. Pero las heridas de la revuelta distan mucho de haberse cerrado. 

Un año después, en enero de 1522, mientras en Toledo se celebra la elección del nuevo papa, Adriano I, un niño grita espontáneamente "¡Viva Padilla!". Los soldados lo cogen para azotarlo, y cuando el padre acude en su auxilio, apresan a este y mandan ahorcarlo. El episodio desgarra la frágil paz social existente en la ciudad. La casa de María Pacheco, que había tratado en vano de salvar al acusado, se convierte entonces en un reducto revolucionario. 

Pero ahora las fuerzas imperiales controlan la situación. Para evitar la prisión y acaso la muerte, a la comunera no le queda más opción que la huida. A la mañana siguiente, pálida, sin fuerzas, disfrazada de aldeana, sale con una pequeña comitiva por la calle de Santa Leocadia y escapa luego por la puerta de Cambrón. Ya nunca más retornará a Toledo. 

En su huida se detiene en el castillo de Escalona, en busca del apoyo del marqués de Villena, su tío, sin conseguirlo. Prosigue su marcha hasta La Puebla de Montalbán, donde la acoge momentáneamente otro de sus tíos, Alonso Téllez, señor del lugar. Luego sigue hasta Portugal, donde espera encontrar asilo; en Braga tiene que vender las joyas que le quedan para subsistir. 

El retorno de Carlos V a España en el verano de 1522, tras su elección como emperador, sirve a la pacificación del país, igual que el perdón general que otorga en octubre. Pero esa gracia no alcanza a la comunera; al contrario, ya que por real cédula de enero de 1523, expedida en Valladolid, María es condenada a muerte, y todos sus bienes y derechos son confiscados. 

La sentencia se pregona en la plaza de Zocodover y la casa de María Pacheco es demolida y arado el suelo donde se levantaba.

El emperador intentará, incluso, que el rey Juan III de Portugal les entregue a María Pacheco y a los demás comuneros refugiados en su reino; pero al final, aceptará que sea confinada en Oporto. 

Es allí donde muere María Pacheco, en mayo de 1531, cuando tiene apenas 35 años. Su último deseo, el de que sus restos reposen junto a los de su amado esposo, no se verá cumplido. Con María Pacheco desaparece el último símbolo de la causa comunera, pero su figura perdurará durante siglos en la memoria colectiva de Castilla. 

Su hermano menor, el poeta Diego Hurtado de Mendoza escribió este epitafio:

Si preguntas mi nombre, fue María; / si mi tierra, Granada; mi apellido / de Pacheco y Mendoza, conocido / el uno y el otro más que el claro día; / si mi vida, seguir a mi marido / mi muerte en la opinión que él sostenía. / España te dirá mi cualidad, / que nunca niega España la verdad”.

Debido a su peripecia heroica, fue conocida por el pueblo con los apelativos de Leona de Castilla, Brava Hembra, Centella de Fuego y El último Comunero. 

María Pacheco es quizás uno de los personajes más importantes que ha tenido Toledo, pero también uno de los más desconocidos. 

Una MUJER que no se doblegó ante nada ni ante nadie y que como dijo en su testamento:

“¿Qué saben ellos? A quienes me llaman ignorante respondo que pocos hay entre ellos capaces de superar mis conocimientos. ¿Qué saben ellos?” 


Y bueno yo no os aburro más, espero haber resuelto la duda de aquel que me decía que no tenía María Pacheco una calle en Toledo, y espero que las fotos sean de vuestro agrado, otro día contaré la leyenda de este lugar si gustan las fotos de hoy, pero mirad el blog: 

Recordad que daré a me ENCANTA al leeros…. Los días que no pueda contestar…  y que SOLO ESPERO QUE OS GUSTEN LAS FOTOS de este modesto aficionadillo a la fotografía, y para cualquier duda os responderé en mi página de Facebook o en mi blog…

Y como siempre os recuerdo que se pueden ver estas cosas y otras más en mi blog, ADEMAS SI NO VEIS EL BLOG, NO ENTENDEREIS MUCHAS COSAS QUE OS PONGO, Y OS QUEDAREIS A MEDIAS, YO CREO QUE ES NECESARIO…  os lo recomiendo; os dejo la dirección para que pinchéis y os salga solo:
https://joseherfer.blogspot.com/

SOLO PRETENDO ACERCAR TOLEDO Y HACEROS SENTIR TOLEDO.

Nunca olvidéis que una IMAGEN vale más que MIL PALABRAS. El componente más importante de una cámara está detrás de ella. Y QUE LOS TEXTOS SON UN ADORNO A MIS FOTOS.

Por cierto si alguien quiere ver todas mis publicaciones, en el blog no se borra nada, y son 12 años a diario… 

Feliz día.














GRACIAS A LOS QUE HABÉIS VISTO HASTA AQUÍ, ES

 SEÑAL QUE VALORÁIS LAS FOTOS.


 

Comentarios

  1. Buenas noches .
    Tus fotos te hacen volver a tiempos pasados .
    Fuerte mujer que deberíamos yser más conocida pero bueno ya sabemos que eso suele pasar aquí en este nuestro país.

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    1. Es verdad, y cero que se mereceria una calle con más enjundia, feliz dia

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  2. Muy bonitas fotos y su historia buenos días qué tengas un feliz domingo

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  3. Recuerdo haber visto una película cuando era pequeña, en blanco y negro, épica y con tono dramático, que se llamaba "La leona de Castilla". Entonces ni siquiera sabía dónde estaba Toledo. Ahora, poder pasear por las calles que nos muestras hoy, sabiendo que han sido testigo de tanta historia, hace que aún admire más esa ciudad y sus gentes🤩🤩🤩🤩🤩

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    1. jajajajjajaja, si, he oído hablar de esa pelicula.. Me alegro que te hayan gustado las fotos pese a que creo que esta mujer merece más.

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  4. Buen blog y buenas fotos para conocer esta calle

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  5. Buenas fotos, interesante comentario. Gracias José GRACIAS,gracias 🧉🇦🇷
    Saludos a tu mamá

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    1. Un fuerte abrazo, me alegro que te hayan gustado las fotos y feliz dia

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  6. Calle María Pacheco, se le ve una calle con solera y bien cuidada en el casco histórico de Toledo. También se ve una calle tranquila y poco transitada. María una mujer con historia. Tus fotografías son relevantes en lo tú llamas Sentir Toledo. Sigue callejeando.

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    1. Es el Toledo que más me gusta y menos conocido, un placer habertelo mostrado y me alegro que te hayan gustado las fotos

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  7. Fuerte mujer y sin doblegarse y más en esos tiempos chapó por ella!! preciosa callejuela y magníficas fotos! Gracias Feliz Día José 🤗

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    1. Una gran y desconocida mujer, Me alegro que te hayan gustado las fotos y feliz dia

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  8. Buenos días Hernández, las fotos geniales las de negro dan un toque de misterio y las de color un sitio recogido, la historia que cuentas de película, vive padilla. Abrazo y feliz día vale.

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    1. Gracias amigo, un placer habertelo mostrado y me alegro que te hayn gustado las fotos

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  9. Buenos días José, soy Marisa Lobato, la calle la conocía, pero las fotografías son preciosas. Y la historia de Maria Pacheco, también, lo estudie cuando estudiábamos a los Comuneros. Gracias por acercarnos a esta gran mujer, Maria Pacheco. Un saludo

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    1. Una gran y desconocida mujer. Me alegro que te hayan gustado las fotos y feliz dia

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  10. ¿detenido jose alberto cruz romero por presunto exhibicionismo?

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  11. Alicia Garcia-Ochoa10 de marzo de 2025, 17:18

    Me encantan las fotos de las calles de Toledo, no sabía que esa calle se llamaba así y he pasado muchas veces por allí.
    También muy interesante la vida de María, una luchadora, que lastima que murió tan joven.
    Gracias Jose por las fotos y la historia.

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    1. A veces pienso que conocemos poco de Toledo. Me alegro que te hayan gustado las fotos que es lo que importa, porque pienso que esta GRAN MUJER debería tener otra calle con más enjundia...

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