6-9-2020 ALCAZAR DE TOLEDO Y LEYENDA DE SANTA CASILDA

Afotando y documentando Toledo. 6-9-2020. Alcázar de Toledo, y una leyenda con Santa Casilda en el Alcázar, que me pidieron que repitiera y que prometí pesar de que cada día me cueste más escribir sobre todo leyendas….

Como siempre espero que os guste la FOTO ya que es lo que IMPORTA. Creo que pocas veces se ve el Alcázar en general tan de cerca, o al menos para la gente que no es de Toledo… intento ser original…  os recomiendo verla la foto a pantalla completa. 

El Alcázar de Toledo, como veis, se alza majestuoso sobre el cerro más alto dominando la ciudad, y se ve desde cualquier lugar de Toledo. En una de las siete colinas de Toledo. 

Recordareis que tiene su origen a “pesar de lo que algunos crean” en una fortaleza musulmana que sirvió de residencia a los gobernadores de Toledo…, uno de esos gobernadores llamado Al- Mamún  tenía una hija llamada Casilda.  Por cierto Casilda en árabe significa “Poesía”…. Y aquí comienza la leyenda toledana… que espero que os guste aunque sea la FOTO lo más importante… 

Dice la leyenda toledana que cada noche, cuando todo el mundo  dormía en el Alcázar de Toledo, la hija del gobernador Al-Mamún, Casilda se levantaba de la cama y, abriendo la puerta y las ventanas de su aposento, oía  Casilda  los lamentos y gemidos que subían hasta ella desde la cárcel que había en el Alcázar por parte de los presos encarcelados por su padre. 
Casilda era una niña que había demostrado una gran sensibilidad hacia las desgracias ajenas y caminando mientras jugaba por el interior del Alcázar había descubierto la dureza de la prisión y la trágica suerte de los cautivos, en su mayoría cristianos capturados en las duras luchas fronterizas del reino moro. 

En sus visitas a las cárceles del Alcázar, no se lo pensaba a la hora de curar las heridas de los prisioneros, llevarles alimento y consolarles, mientras hablaba con ellos y se le despertaba a Casilda cierta curiosidad por aquella religión cristiana a la que los presos no renunciaban a pesar de sus penalidades. 

Pero esto mismo llegó a oídos de su padre, a través de nobles árabes que se quejaban de la conducta de Casilda, y muy enfadado el padre, e  intentando demostrar la inocencia de su hija antes los nobles, pidió ser avisado la próxima vez que su hija saliera de su habitación para visitar las cárceles del Alcázar. 

Un día en el que Casilda se acercaba a las cárceles del Alcázar ocultando alimentos en el delantal, avisaron a su padre, y este le salió al paso y le preguntó qué hacía allí y qué escondía en el delantal. 

Casilda al principio no contestaba y se asustó mucho debido a la severidad de su padre pero enseguida recuperó la calma y contestó a su padre que sólo eran flores para alegrar un poco aquellas estancias tan tristes.  

El padre la obligó  que abriera entonces el delantal y así lo hizo Casilda, apareciendo un gran ramo de rosas rojas en el delantal. 

El suceso no pasó de ahí, y el padre la dejó pasar,  creyendo a su hija y maldiciendo a los nobles árabes por hacerle dudar de su hija…  pero Casilda, muy impresionada por aquel hecho increíble, empezó a pensar en la conversión al cristianismo… pues pensaba que era cosa de la religión de los presos… 

Mientras pensaba sobre su conversión al cristianismo, Casilda, comenzó a sufrir unas fuertes hemorragias que la iban deteriorando poco a poco. Los médicos de Toledo no sabían descubrir un remedio a sus dolores y como último recurso para salvar su vida, se le aconsejó al padre que acudiera Casilda a tratarse con las aguas del lago de San Vicente, muy cerca de Briviesca (Burgos), en pleno reino Castellano… donde eran celebres los pozos de San Vicente. 

Como es lógico, el gobernador toledano Al- Mamún no veía con buenos ojos enviar a su hija a tierras cristianas, pero ante el ultimátum de los médicos, dio permiso a Casilda para que emprendiera el viaje a tierras castellanas tras hablar con el rey castellano Fernando I. 

En su destino de Briviesca fue bien recibida por los cristianos y al poco tiempo los baños surtieron efecto y la muchacha se curó del todo. 
Recuperada, Casilda decidió no volver a Toledo y quedarse en aquellas tierras burgalesas  dedicada por completo a la oración tras convertirse al cristianismo.   

Jamás volvió a Toledo, entre otras cosas porque su padre la repudiaba, y tras reconquistar Toledo a los árabes, ya estaba dedicada a otras labores, dedicándose a los pobres en tierras burgalesas. 

Y dicen que en esos lugares cercanos a Briviesca (Burgos) levantó una ermita con sus propias manos, donde fue enterrada, después de morir a una edad avanzada. 

El santuario de Santa Casilda cerca de Briviesca aun está en pie y se puede visitar. Este lugar burgalés está situado en la llamada comarca de la Bureba, y aunque esté cerca de Briviesca, pertenece al término municipal de Salinillas (Burgos), un lugar que os mostré cuando en mi pagina de Facebook hice el álbum de esta zona, sé que la mayoría no lo vió pero puesto está… 

Los lugareños aun hoy si preguntas por el santuario y dices que eres de Toledo, te dirán esta coplilla: 
« Vino a Castilla Casilda, en precario con su salud, y se estableció a unos kilómetros de aquí, en un paraje de brío castellano, limpio y alto. Hay una carretera hasta el Santuario que la piedad ha levantado y la devoción a la Santa mantiene. Porque Casilda vive aún en el corazón de las gentes Burebanas. La rezan todas las madres y las novias. Es la santa de las flores y de los versos” 

Otra leyenda toledana, compartida esta vez con Burgos,  y relacionada con el Alcázar de Toledo. 

Recordad que daré a me encanta al leeros…. Los días que no pueda contestar…  y que SIEMPRE lo que importa es la FOTO, y creo que esta foto es más original y se puede ver la grandiosidad del Alcázar.

Y como siempre os recuerdo que se pueden ver estas cosas y otras más en mi blog, os dejo la dirección para que pinchéis y os salga solo: 

https://joseherfer.blogspot.com/

Feliz domingo.

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