19-4-2020 PUENTE DE ALCÁNTARA E HISTORIA DE MI ABUELO
Afotando y documentando Toledo. 19-4-2020. Puente de Alcántara. Y una pequeña historia de mi abuelo, el Tío Quiterio de Burguillos…
Otra foto de mi Puente, del Puente de Alcántara, en la que es importante que os fijéis en las puertas tipo aduana que están a ambos lados del Puente de Alcántara. Y espero que os guste la FOTO, que es lo que IMPORTA, tomada desde el Paseo del Carmen….
Aunque sea de fotos me han pedido muchas veces que vuelva a contar esta anécdota de mi abuelo, aunque he de reconocer que creo que mi abuelo o mi padre… se la apropió así que creo que será una leyenda y que de tanto contarla se convirtió en realidad, aunque lo que sí es cierto es la coincidencia del final….doy fe de ello…
Es una anécdota o leyenda de mi abuelo relacionada con la foto (que es lo que importa SIEMPRE) del Puente de Alcántara. Bueno mi abuelo, y más gente porque si la leéis entera aparte de reíros un rato por la cabezonería del Gen Hernández, y de la familia Hernández; os daréis cuenta de las coincidencias de la vida, porque está relacionado con mi mujer también sin saberlo nosotros cuando nos conocimos...
Por si alguien le apetece leer allá va esta historia, que además es real, o quizás un poco adornada por el paso del tiempo pero real al cien por cien sobre todo el final en el que coincidimos mi mujer y yo...
Para situar la historia de mi abuelo (el Tío Quiterio de Burguillos) decir que estamos hablando de la época en que para pasar por el Puente de Alcántara había que pagar una especia de peaje o aduana. Ahhh, por si alguien no lo sabe Burguillos de Toledo, es un pueblo que está a unos 10 kilómetros de Toledo capital. La aduana estaba en la Puerta más alejada según miráis la foto, la que da al restaurante La Cubana…
Durante muchos siglos en el Puente de Alcántara, al igual que en el Puente San Martín, la Puerta de Bisagra o La Puerta del Vado, etc., se controlaban todos los productos que entraban y salían de la ciudad, siendo requisito imprescindible pagar las tasas o derechos sobre las mercancías establecidas. Dichos impuestos llegaron a cobrarse hasta mediados del siglo XX.
Dicho esto, comienzo a explicar más o menos la historia y espero no extenderme mucho.
Como digo mi abuelo, el Tío Quiterio, era y vivía en Burguillos viviendo en esas épocas en que trabajaba de lo que iba saliendo, de jornalero, o de cualquier trabajo que sirviera para traer dinero a su casa.
Yo no le conocí apenas, pero era un hombre que apenas hablaba, como yo…. siempre con su boina…, y dicen que le gustaba “un poco el vino”…
Había en Burguillos un bar, en la plaza, que en la actualidad se mantiene en el mismo lugar pero reformado, y allí pasaban los hombres sus ratos de ocio. De pronto el tabernero se dio cuenta que se le estaba acabando el vino, así que ante semejante “tragedia” comentó en el bar que si alguien quería ganarse unas pesetas, tenía que bajar a Toledo a comprar vino.
Mi abuelo, tan solicito ante semejante tragedia de acabarse el vino…, y con la posibilidad de ganar un dinero extra se ofreció al tabernero y llegaron al acuerdo de que bajaría a Toledo junto a otro burguillano a comprar una arroba de vino (16 litros, importante quedarse con la cantidad…)
Ambos cogieron un burro y bajaron a Toledo, compraron el vino, y con la satisfacción del trabajo bien hecho se decidieron volver a Burguillos.
Hago un paréntesis para colocar a otro invitado en esta historia… El Señor Juan, o Juanillo para los amigos… este hombre era el abuelo de mi mujer, y trabajaba de guarda en la Puerta del Puente de Alcántara cobrando ese peaje que había que pagar. Al Señor Juan, “tampoco le gustaba el vino”… jajajaja
Vuelvo con mi abuelo Quiterio, para decir que casi llegando al Puente mi abuelo le dijo al otro paisano: me da a mí que estos nos hacen pagar….
Efectivamente, el policía del Puente de Alcántara les dijo que debían de pagar las tasas correspondientes, y cuando el otro burguillano iba a pagar salió la cabezonería del Gen Hernández, y mi abuelo dijo que no pagaba… por sus… narices digamos…
“Pues no pasas, le dijo el guarda…, pues no paso dijo mi abuelo…”
Ante tal situación, mi abuelo y su compañero acompañados de la cabezonería habitual, ataron al burro y se sentaron pensando que si pagaban en la aduana se quedaban sin los beneficios del trabajo realizado por la compra del vino, así que mientras pensaban que hacer echaron unos traguitos de vino…
Pasaba el tiempo y el Tío Quiterio y su acompañante seguían bebiendo poco a poco… Llegó el cambio de guardia y apareció Juanillo (el abuelo de mi mujer).
Les vió allí sentados y les preguntó que sucedía, mi abuelo se lo contó, y Juanillo les dijo que cumpliendo su obligación no les podía dejar pasar, pero que les entendía porque si pagaban las tasas se quedaban sin beneficio.
Ante la comprensión de Juanillo, mi abuelo Quiterio le invitó a probar el vino que habían comprado, y Juanillo no podía negarse a tal invitación, jajaja, así que se sentaron los tres a degustar el vino…
El caso es que entre los tres se bebieron todo el vino, una arroba (16 litros) y se dice que iban ligeramente perjudicados… jajajaja
Como ya no tenían vino, para seguir allí sentados y no tener que pagar, pues mi abuelo y su acompañante decidieron regresar a Burguillos, menos mal que el burro se sabía el camino… jajajaja
Al llegar a Burguillos el tabernero les pidió el vino pero viendo como venían de “perjudicados” lo entendió, y claro entre mi abuelo y el otro de Burguillos debieron pagárselo…, desconozco como se lo pagaron pero si sé que mi abuelo yo creo que tenía más miedo a su mujer, mi abuela, la tía Cipriana que al tabernero, jajaja. Era para conocerla a mi abuela…la Tía Cipriana…
Juanillo volvería a su casa también un poco “perjudicado”, pero ya no volví a saber más de él, hasta que…
Hasta que empecé a salir con una chica maravillosa, hoy mi mujer, que al contarla esta batallita, y atando cabos con mi suegro nos dimos cuenta que años atrás nuestros abuelos estuvieron bebiendo juntos una arroba de vino, jajajaja.
Resumiendo, que uno de los guardas (Juan) era el abuelo de mi mujer, y el Tío Quiterio mi abuelo, y más de 50 años después las historias se entrelazaron…
Es un poco larga esta historia pero más o menos fue así.
Coincidencias de la vida.
Espero no haberos aburrido mucho, esta es la anécdota que ya os conté y que me pidieron que la volviera a contar… espero que os entretenga en esta “cuarentena” por el maldito virus.
FELIZ DIA
Y espero que la foto os guste que se trata de eso, jajaja, y he vuelto a escribir, espero no arrepentirme…
Recordad que daré a me encanta al leeros…. Los días que no puedo contestar…
MI BLOG:
https://joseherfer.blogspot.com/
Feliz domingo.
Muy interesante esta historia. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias
EliminarCreo que este es el sitio donde debemos comentar tus fotografias, antes te hice un comentario sobre la titularidad del portazgo si correspondía a la Casa de Ába o no, no se de dónde me venía la idea, en la fecha que comentas era ya de titularidad municipal pero hasta 1924 que fue de clavado monumento nacional, la conservacion tel portazgo correspondió a la Casa de Alba, eso es lo que creo. Gracias y un saludo
ResponderEliminarSi. Y te respondí pero indagare más. Un abrazo
EliminarEstupendo artículo. Le está gustando mucho a la gente de Burguillos que ya lo ha visto en facebook. Muchas gracias por deleitarnos con la historia y nos gustaría poder publicarla en tu nombre en nuestro blog. Un saludo.
ResponderEliminarMil gracias. Sin problema. Ya te dije.
ResponderEliminarOjalá, se valore la foto
Preciosa la historia, sea o no del todo cierta , pero podria ser , ¿ Por qué no ? , yo no sabia que se pagaba como si fuera una aduana , la foto es preciosa ��, a mi los puentes de Toledo, me parecen preciosos, como tus fotos , eres único José . ������
ResponderEliminarMuchas gracias y me alegro mucho que te haya gustado la foto, que es lo que importa. Creo que la historia tiene parte de verdad y parte de fantasia,pero....
EliminarDentro de poco pondré algo más sobre esta especie de aduana que habia, y que en origen pertenecia a la Casa de Alba. tu estate atenta.
Un beso y gracias