7-2-2020 CATEDRAL DE TOLEDO Y SU REPARACIÓN
Afotando y documentando Toledo. 7-2-2020 Catedral de Toledo y su restauración.
Deseando que os guste la foto, que es de lo que se trata intentaré responder a mucha gente que por privado, me pregunta cómo va la reparación de la catedral de Toledo.
Yo no soy técnico, ni nada parecido, pero al preguntarme mucha gente me he informado, y aunque sea de fotos intentaré escribiros lo que me han contado.
Me dicen que la cosa va bien, y que incluso su reparación será una garantía para siglos venideros. Los trabajos para la restauración de nuestra joya ya se han realizado en más de la mitad de lo previsto, cumpliendo sus plazos de que esté a punto para el Corpus de este año de 2020.
En la foto se puede ver el andamio que protege a la catedral, (desde otro ángulo se ve mejor, pero no quiero sacar la publicidad que protege al andamio), un andamio a 50 metros del suelo.
El arquitecto conservador de la Catedral, Jaime Castañón, asegura que esta reparación durará más de 100 años, destacando la laboriosidad, ya que hay zonas de la torre que no se habían tocado nunca, por lo que además de contribuir a su conservación durante los próximos siglos esta restauración también despeja cualquier peligro de desprendimiento, como el ocurrido en octubre de 2018 y cuya piedra ha sido reutilizada en la obra.
Habrá gente que pregunte cuánto costará esta reparación, y os digo que entre 800.000 y un millón de euros, que cada uno piense lo que quiera, pero había que mantenerlo.
Esta reparación comenzó el 4 de agosto de 2019, tras un mes y diez días de montaje de andamios alrededor de toda la torre, una tarea que arrancó el 26 de junio.
Os conté si os acordáis todo lo que estaba previsto para su reparación, aunque ha sufrido algunas modificaciones respecto a lo que os conté, sobre todo en relación a la rejería que rodea las campanas.
Una decena de personas ha trabajado de manera constante desde el inicio de la restauración, en la que también han intervenido, en los momentos necesarios, herreros o canteros, y otras personas muy cualificadas.
Como os he dicho la parte más complicada ha sido ya realizada -no incluye la parte más alta de la torre que ya se restauró en los años 80- porque el objetivo era asegurar, hacia abajo, toda la fachada de la torre que durante más de cinco siglos se ha ido lavando con el agua que ha ido erosionando, hasta eliminar en algunos casos, la unión de las piedras.
Si bien la altura es la principal dificultad que entraña una obra de estas características, el agua es el elemento más peligroso, porque lava la piedra pero a la misma vez penetra en ella y la desgasta y descompone. Por esto una de las actuaciones en la obra se ha centrado en las cornisas de la torre, que no solo son decorativas sino que ayudan a sacar el agua, las cuales han sido limpiadas primero de excrementos de paloma y vegetales, y posteriormente de costras y suciedad producida por la mezcla de agua y polvo que provoca un color negro.
Además, algunas cornisas han sido protegidas con plomo con el fin de que el agua no escurra por toda la fachada.
No obstante, lo que ha ralentizado más esta fase de la obra han sido las rejas que rodean las campanas, algunas muy dañadas y oxidadas que han tenido que ser reforzadas o sustituidas.
Y bueno deseando que os haya gustado la foto, repetir que los plazos se están cumpliendo, para que esté totalmente acabada para el Corpus Christi 2020, que este año se celebrará el 11 de junio.
Feliz día.
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